domingo, 27 de septiembre de 2009

Tristeza que emana de la tierra



El campesino está triste. En su semblante, antes tan orgulloso y brioso, se reflejan grandes tristezas.



El campesino está triste, su cuerpo acostumbrado a trabajar bajo el arduo rayo del sol esta fatigado, no por las labores del campo sino porque en su corazón carga una gran pena.



No sonríe como antes. Si lo hace, cuando lo hace, una mirada observadora notará que sus labios sonríen, pero sus ojos lloran. Su voluntad de hierro se ve doblegada por el paso del tiempo y los males que a los suyos agobian.



El campesino fiel está triste. Presiente la lenta muerte de su mujer, al igual que las pocas tierras que le quedan mueren lentamente. Yo quisiera consolarlo, darle palabras de aliento, pero no sé qué decir. Me justifico... pensando que no tengo experiencia en eso... es que yo nunca he asistido a un funeral...



Él, a pesar de todo, nunca se ha arrepentido de nada. Siempre fue feliz, siempre vivió como Dios manda. Él, en una época en la que el mito prometeico del progreso le apostó todo al también mito de la modernidad, estudió una carrera y la ejerció. Fue maestro de escuela, de escuela rural en tiempos de Adolfo López Mateos.



Pero prefirió regresar a trabajar sus tierras, tierras que fueron trabajadas por sus antepasados... tierras que no serán trabajadas por sus hijos, porque el gobierno se los ha matado y se ha apropiado las tierras a precios ínfimos para que las trasnacionales se llenen los bolsillos…



Él escogió su vida y nunca se arrepintió. Nunca.
Siempre he admirado su fuerza de voluntad, que crece de las entrañas de la historia. Ahora es cuando, ya de anciano le han cortado las alas. La memoria de muchas vidas pasadas y futuras caben en su mirada, si lo intentas puedes leerla.


Me pregunto qué pensará de mí, qué palabras cruzarán su mente mientras me mira. ¿Me tendrá afecto? ¿Me querrá? ¿Pensará que lo desprecio por ser lo que es, por ser un campesino? Espero que no piense que yo no lo quiero, porque no es así... Me justifico de nuevo, lo que pasa es que yo no soy buena expresando lo que siento y siempre me han faltado las palabras adecuadas…

Habrá un día en que se quedará solo, en esa gran casa que tiene que es un desierto. Me pregunto si llorará, como yo lloro ahora mientras escribo. Lloró por él. Lloro por él y por mí, porque los dos estamos solos, yo estoy rodeada de gente pero en realidad me encuentro sola, él por lo menos se tiene a sí mismo.


Lo quiero. Realmente lo quiero, y espero que él lo sepa.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Foro Social Indígena 2009



Estimados lectores, compañeros de clase y profesoras adjuntas.



Esta vez no escribiré sobre mi tortuosa vida sentimental. Hoy sí hablaré de un tema serio y en serio.



En la entrada anterior se habló de utopías. Pues bien, está es una utópía que está a punto de convertirse en realidad ( con el apoyo y solidaridad de todos).



Espero que a través de esta entrada se difunda el Foro Social Indígena MONUUNAM 2009, por lo que anexo el comunicado que preparé esta semana:





El Foro Social Indígena (FSI) auspiciado por la Universidad Nacional Autónoma de México se llevará a cabo en el Aula Magna del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) del 4 al 7 de noviembre de 2009, en el marco de la realización del segundo Modelo de Naciones Unidas de la UNAM.


Este Foro es un evento cultural y académico sin fines de lucro organizado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.




Su objetivo principal es convertirse en un espacio de encuentro y diálogo , de intercambio de ideas entre los pueblos originarios, estudiantes interculturales de nuestro país y académicos a través de un debate horizontal que fomente la inclusión en la discusión propositiva de los problemas globales y su impacto en el ámbito local y regional.



Asimismo busca fomentar la posibilidad de concretar las ideas y propuestas que se generen a partir de la participación de organizaciones no gubernamentales en el foro.




A partir del eje temático “La crisis alimentaria y el agotamiento del medio ambiente” se creará un espacio de difusión y concientización respecto a la situación de los pueblos indígenas destacando sus logros y obstáculos dentro del desarrollo y el trabajo organizativo desde una perspectiva que parte del multiculturalismo, la inclusión y la diversidad.



Durante los días de trabajo los asistentes discutirán las diferentes aristas del problema y se presentarán los logros y obstáculos que cada comunidad ha enfrentado con el fin de encontrar espacios comunes que den pie a la elaboración de estrategias conjuntas o acuerdos de cooperación a corto, mediano y largo plazo.



Una vez concluida la labor de las mesas de trabajo se elaborará un pronunciamiento donde se refleje el trabajo realizado, formado por los puntos propuestos durante las mesas, el cual será leído durante la clausura del evento y se entregará una copia a académicos y observadores, documento que también se difundirá entre los medios de comunicación.



Paralelamente al trabajo en las mesas de trabajo se realizará una exposición fotográfica de textiles y comunidades indígenas que forman parte de una obra documental elaborada por el historiador de textiles Robert Freund con el fin de difundir la riqueza cultural y artística de las comunidades indígenas.







*****Esperamos contar con su apoyo en difusión, solidaridad, ideas y propuestas. Únanse al grupo en Facebook y participen!



http://www.facebook.com/pages/Foro-Social-Indigena-MONUUNAM-2009/276933545088

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Seré una eterna insatisfecha?

En ese hueco al que invariablemente llegó sin importar por donde transite aunque cada día tomé un camino diferente... en ese hueco donde las alucinaciones se confunden con los recuerdos, trataba de juntar las 168 razones para que pudieras acceder a tener un lugar privilegiado en mi memoria (noté que apenas llevamos 86, ¡tenemos que esforzarnos más¡).
En aquel hueco, de donde surge tu nombre unido a la palabra inteligencia, dejé de respirar irrealidad, irrealidad que después de entrar por debajo de la puerta durmió a mi lado, pero se fue tras ese medio despertar y fue entonces cuando Don Argumentos empezó a atacar :
-Si existieran palabras que trascendieran el lenguaje, seguramente serían aquellas que nunca podrás decir... además si lo logras todos fingiremos no escuchar.
-Ni siquiera puedes recordar si es algo que le escuchaste decir o es algo que tan sólo deseabas oír.
Y en su incansable esfuerzo por romper mi estabilidad emocional Don Argumentos proseguía:
-Entiende: tus alas, nunca serán iguales.
-Sabes que con toda intención te hieren, para ser ellos quienes sequen tus lágrimas después.
-Definitivamente no creas, no puedes sentir sus palabras ni los silencios. Sus historias son mudas y en silencio gritan.
-Te aterra el compromiso, el decir qué tienes, qué sientes. La construcción de tus argumentos es sólo una palabra encaprichada.


¿Cómo evitar escucharlo si era de mi interior de dónde provenían sus argumentos? ¿Cómo ponerme a salvo de sus palabras? ¿cómo dejar de anhelar ese algo que está tan cerca pero a la vez tan lejos? ¿cómo dejar de escuchar ese silencio que provocaba?¿cómo creer en ti y en mí?¿cómo encontrar flores sobre las piedras?
Cerré los ojos y me concentré en evitar que ese cosquilleo en la garganta explotara en llanto amargo.
Cerré los ojos e intenté recordar que tú también lo sabes, tú testigo que aunque no estás presente te siento en un abrazo nostálgico que acorta la distancia.
Cerré los ojos y entendí que en la figura oscura y ausente siempre estás. En la figura nerviosa que va de aquí para allá, hacia todos lados menos hacia donde estoy, pero que a fin de cuentas está.
Cerré los ojos y mientras las hojas caían recordé que algún día vamos a dejar este no-lugar, que llegaremos más allá del bien y del mal.
Cerré los ojos, recordé que en la memoria hay labios que besan con sabor, que los tuyos son los únicos que me interesa guardar, y que tu voz que suena a selva es la única que quiero escuchar.
Abrí los ojos.
Don Argumentos se había marchado dejando un halo sin color ni forma que difuminaba los malos recuerdos. Al marcharse, comprendí que aunque el ser humano siempre será un eterno insatisfecho, lo único que quiero ahora es que nos destruyamos, en besos no en razones. Cuando este Don se fue por la puerta de enfrente, al abrirla dejó entrar a un montón de voces iluminadas que sonreían y murmuraban:
-Hoy hay desfile de utopías.

viernes, 18 de septiembre de 2009

catarsis

Carta nunca enviada debido a que el remitente dejó de existir un domingo:


El no-lugar más solitario de todos, 18 de septiembre del 2009

La verdad no sé muy bien por donde empezar. Sólo sé que es el comienzo de un final y el principio de un adiós. Principio que tardó demasiado tiempo en llegar y que fue lastimándome cada vez más. Te pido por favor, que leas esto hasta el final.

No sé bien como explicártelo, sabes bien lo mucho que me cuesta hablar de lo que siento de verdad, el explicar como estoy y transformar los sentimientos en enunciados coherentes. Seguramente pensaras que es una recriminación... primero pensé que no, que más bien era una explicación, pero después pensé que sí, y que además tengo todo el derecho a hacerlo...

La verdad fue tan extraño como todo pasó... y ahora que lo pienso tal vez nunca debí haber ido a aquél no-lugar, ni verte, ni escucharte, ni creerte, ni quererte.

No sé porque te lo escribo hasta ahora, probablemente porque la acumulación de contradicciones ya fue demasiada, tal vez porque tenía miedo de perderte, tal vez porque no me imaginaba el estar sin ti, tal vez porque sabía que muy difícilmente podría haber alguien más después de ti, y muy seguramente porque me negaba a aceptar que tu y yo fuéramos fracaso.
En vez de que el amor que me dices tener, me ayudara a enfrentar con mayor fortaleza los embates de la vida, me fue haciendo más débil; en vez de que me sintiera segura contigo, me creaste otras inseguridades que ni siquiera existían antes; en vez de que construyéramos algo juntos, me fuiste destruyendo a mí. En contra de lo que proclaman los zapatistas, tu y yo no caminamos lado a lado. Ni siquiera creo que te interese que lo hubiésemos hecho...

Pensándolo bien... todo esto ya lo sabía.
En ese hueco entra la nostalgia y la melancolía es cuando me doy cuenta de lo que pasa. La realidad lastimosa mata en cada instante, la verdad se remonta en los hechos, y nosotros algo no hacemos, tampoco nada.
Sabía muy bien desde el principio que contigo futuro no existía y que sería una ilusión pensar en eso, por lo que intenté solo remitirme al presente, pero llegó un momento en el que el presente sólo fue sufrimiento. Yo a diferencia de ti, nunca te critiqué, te acepté tal y cual eras, a pesar de que hay una gran cantidad de cosas que alejarían a cualquiera... pero decidí quedarme. A veces pienso que hubiera sido mejor que nunca nuestros caminos se hubiesen cruzado y que esto que podría estar terminando hoy nunca hubiera pasado. Creo que sería mejor que simplemente en vez de concretarte hubieras seguido siendo un idea más en el éter, una simple posibilidad.
Probablemente, pensaras: "qué falta de coraje", el que te diga esto por este medio, pero no podía ser de otra forma, porque cuando te apareces, surge un grito mudo y un coraje sordo en el cuarto de las negaciones. Porque por más que intenté decir lo que quiero decir, los sentimientos me ganan la batalla, y aunque el corazón no duele, duele ese algo que no se siente. Y para mí no habría otra manera de explicarlo más que de esta forma, desde éste rincón de mi cama que se volvió tuyo y donde faltaron los momentos de sobra pero sobran las vivencias faltantes.
En el fondo, a pesar de que esto parezca ser una despedida, no lo es. Es un ya basta a lo que hemos estado haciendo y al mismo tiempo una invitación para reinventarnos. Intentemos hablar... si no quieres hacerlo, confirmarás a ésta imaginación fatalista y me darás un motivo más para echarte toda la culpa a ti.
Finalmente...
Hasta luego, tal vez.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Si no te nombran no existes

Ayer esa parte de mi conciencia que se esmera en estar oculta, irrumpió en el momento menos esperado, formulando una de las preguntas incómodas que siempre realiza en las situaciones menos oportunas.


Esa conciencia, que primero toma la forma de un chico alto y robusto, en el siguiente instante es una niña de 7 años, despúes es esa morena de pelo chino en forma de nube y termina siendo ese cuculustle con la sonrisa más provocadora que yo haya visto jamás, cuestionó:

-¿Y para quién son todas esas entradas que hasta ahora has subido al blog?
Uno de mis yo, el más soñador de todos replicó:
-¿Para quién?
-Son para alguien que no fue.
-Son para alguien que no es.
-Son para alguien que no quiso ser.
-Son para alguien que quiso ser y yo no dejé que fuera.
-Son para alguien que quise que fuera y no fue.
-Son para alguien que nunca será.
-Son para alguien que actualmente es y
-Son para alguien que dejará de ser.

Al terminar de responder, esa parte tan soñadora de mí, dijo para sus adentros:
-En el fondo, acompañando a cada uno de esos "alguien", siempre he estado yo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El domingo dejaste de existir

Alguna vez me escribiste:
"Siempre nos queda el domingo... Te espero con denuedo."


Este domingo después de esperar, yo te escribo:
"para mí dejaste de ser lo que eras",
después del llanto más estrepitoso con sabor entremezclado a sal y derrota.


Te quise y te esperé tanto tiempo.
Te esperé casi un año entero
mientras el año esperaba terminar,
esperando entre lluvias de septiembre
que esperaban a que llegara el invierno
para comenzar a esperar su próximo ciclo.

Te esperé en selvas chiapanecas,
que esperaban que sus gritos esperanzados fuesen escuchados.
Te esperé entre botellas vacías que esperaban ser desechadas.
Te esperé entre salones repletos de estudiantes
que a su vez esperaban algo
(quien sabe qué, todos estabamos tan ocupados esperando,
como para hablar entre nosotros de lo que esperabamos).

Te esperé desde siempre
en una noche, en varias tardes,
en ninguna parte y en todos lados,
entre tantas caras y entre ninguna.

Este domingo, me cansé de esperar (te),
cuando esperaba sentada
junto al resto de ese árbol de hojas y semillas de colores
que a su vez espera pronto convertirse en un puñado de cenizas coloreadas.

A diferencia de otros domingos,
a partir de éste,
ya no esperaré ese incierto encuentro,
al contrario, espero ya no verte más.

Y ésta, mi memoria más antigua, espera olvidarte.