lunes, 7 de diciembre de 2009

El árbol, la luna y yo.

Lugares distantes... no pude cerrar los ojos para abrazarte. No se decía nada y se sentía mucho (parece que esa actitud se va haciendo costumbre).
Los problemas ebullían en la plataforma verde y cafe sobre mis pies, antes, durante y después de la persecusión de los recuerdos. No me dejaba nada bueno, pero ahí estaba, intentando que el insomnio no te soñara, que la memoria no te recordara y que el silencio no te gritara.
Deseaba hablar, pero las miradas fueron suficientes cuando las palabras enmudecieron. Ya sé que lo había dicho antes, pero era necesario repetirlo, fue la última pieza del estúpido juego en el que pretendimos estar.
Sin embargo, ahí estaba yo, intentando ser entre notas que subían y bajaban, cuando la luna que había estado oculta por varias nubes egoístas, dejó escapar algunos rayos de luz y atrajo mi mirada. Volteé hacia arriba y ahora totalmente desprendida de la opresión causada por esas gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera, la luna me regalo sus destellos reflejados en las hojas de nieve que pendían del árbol que me sirvió como primer refugio nocturno.
Sin despegar la mirada del cielo, hacia las ramas del árbol que alcanzaban a tocar la profundidad de la luna, ví una hoja caer lentamente ante mis pies y comprendí que era mejor que sólo fuésemos el árbol, la luna y yo.
El momento de contemplación acabo muy pronto, interrumpido por ruidos inaudibles de seres que también pretendían simular y actuar en su propio juego. Y... ¿qué fue lo que aprendí?
Que siempre es necesario voltear hacia arriba.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Miradas incompletas

A las 3 de la mañana entiendes que no podrás buscarle en el fin de la memoria, detrás de cada recuerdo oculto, que a su vez esconde a otro, que guarda dentro de sí a uno más, en una espiral sin fin, como si tus recuerdos hubieran sido depositados en una fría matrioska.
Tienes conciencia de la situación, entonces ¿cómo encontrar el camino hacia el olvido? ¿De qué forma evitar que conduzcas mi memoria? ¿cuál es el camino más rápido hacia el verdadero final? ¿Hay un verdadero final?
Una vez planteadas estas preguntas, sabes que realmente lo malo pasará cuando se tengan que rendir cuentas: de las ausencias, los reclamos, los enojos y los daños. Cuando alguien intente recuperar todo el tiempo malgastado en noches frías y lejanas; con atmósferas violeta y círculos de humo; noches de risas fingidas y estrategias nunca ejecutadas; noches de distancia y apatía. Cuando se tenga que buscar otro espacio, uno que no haya sido mancillado, que no pueda ser repetido ni encontrado, que no haya sido desaprovechado, que no te recuerde esta historia.
Pero lo peor será cuando tengas que extrañar su sonrisa temporal y espacialmente ausente, sobretodo al anochecer.
Mientras intentas escapar del insomnio, esperas que la madrugada acabe pronto y que marzo no tarde en llegar.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Desfile de utopías

¿Se puede vivir sin capitalismo? ¿Es posible tener una relación de armonía mutua con la naturaleza? ¿ las relaciones interculturales pueden ser regla en vez de excepción? ¿es factible que todo mundo pueda expresar lo que piensa y no ser reprimido ni criminalizado por hacerlo? ¿ Es posible crear otro mañana?
Desde las montañas del sureste mexicano, nuestros hermanos zapatistas elaboraron una respuesta: "[...] la pregunta no es si podremos cambiar el rumbo asesino del poderoso. No. La pregunta que nos deberíamos hacer es :¿podremos vivir con la vergüenza de no haber hecho todo lo posible por evitar y detener esta guerra?".*
La situación de opresión en la que vivimos en distintas latitudes, las injusticias, las negaciones los ocultamientos que el sistema genera, nos llevan a levantarnos en contra, a alzar la voz, a cuestionar, a gritar, a exigir, a buscar liberarnos, a asumirnos como actores colectivos de un nuevo orden.
Es en este camino por la liberación, por otro mundo, en el que debemos encontrarnos y articularnos con distintas luchas, en el que debemos conocer las injusticias que pasan en este sistema y sentirlas como propias, debemos intentar construir otra forma de política, creer en un nosotros, organizarnos, actuar para la transformación y llevar a la practica los sueños y la imaginación.
Quienes sostienen que no hay que luchar porque las cosas no cambian, que es mejor callar a contradecir, aquellos que tienen miedo, que no han comprendido el significado de la dignidad, de la lucha, de vivir bajo la opresión y tampoco el significado de la esperanza, tal vez les ayudaría leer el mensaje que está escrito sobre una pared amarilla con letras azules, de ese embriagante sí-lugar que es Oventik:
" ¿para qué sirven los sueños, las utopías? Para AVANZAR".
Nunca dejemos de luchar, seamos rebeldía frente a la injusticia, seamos un no frente a las atrocidades, seamos una propuesta para cambiar el rumbo. Como afirman nuestros compañeros de Radio Tekuani:
"El aire es libre y la palabra es nuestra".
*Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, Comunicado, 15 febrero del 2003, disponible en
www.palabra.ezln.org.mx/comunicados/2003/2003_02_15.html



domingo, 8 de noviembre de 2009

Apuntes sobre los no-lugares III

Augé crea el concepto de no-lugar para hacer referencia a lugares de transitoriedad, lugares sin importancia, donde no se genera un sentido de pertenencia, espacios por donde transitas pero no interactúas, donde reina el olvido y se olvida la memoria, lugares sin historia, espacios de anonimato, que afectan nuestra idea de la realidad y nuestras relaciones con nosotros mismos, con el mundo y con otras personas. Propone como ejemplos de no-lugares autopistas, gasolineras, centros comerciales, aeropuertos, pantallas de televisión, e incluso campos de refugiados. Para Augé el hombre no vive ni se apropia de estos espacios.

Sitios inmateriales que se multiplican constantemente, sitios de circulación, donde puede privar una simple relación unilateral de consumo, donde puede existir una suerte de relación de no-comunicación, lugares que tienden a desterritorializar, donde no hay posibilidad de tejer una historia común. En palabras del autor, un no-lugar es un "[...]espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional, ni como histórico [...]".

La idea del no-lugar la entiendo también como espacio donde existe una contractualidad solitaria, espacio que genera lugares fuera de lugar, imaginarios, inventados y- como yo lo veo- lugares que la sobremodernidad/posmodernidad/transmodernidad (como prefieran llamarla) nos IMPONE.
Evidentemente en un centro comercial, aeropuerto, etc, puede ser un lugar para las personas que trabajan ahí, entonces la existencia de los no-lugares también depende de cada individuo. Lo que no me parece tan evidente es entender por qué los sitios por donde tránsito los llegó a sentir en un momento u otro, casi irremediablemente, como un no-lugar; lo que no logro entender es por qué de pronto parece que lo prefiero así.
Cualquier lugar dónde estoy o dónde no estoy, las palabras que se dicen y que no escucho, las miradas y las sonrisas que mendigo y que alguien no ofrece, las palabras que no se dicen pero que yo oigo gritar...
La distancia ya no me parece tan real... desearía poder alejarme de este no-lugar que surge en mi cabeza e invade toda la (¿mi?) realidad. A veces desearía poder renunicar a mi memoria e irme a otro lado, donde existan otros tipos de relaciones sin simulaciones... más honestas, más simples, más libres.
Mientras me pregunto quién soy y qué voy a hacer ahora que estoy (¿ESTOY?) aquí (¿AQUÍ?) y vislumbro que tal vez nunca lo sabré, resuelvo que por mi parte seguire intentado entender, seguire buscando un lugar perfectible, MI propio mundo donde quepan muchos mundos, esperando algún día encontrar mi/un sí-lugar.
También espero no encontrarlo sola.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Apuntes sobre los no-lugares I

Desde hace un rato ya deseaba poder escribir algo sobre los no-lugares, concepto que utilizo reiteradamente en las entradas de este blog. Este concepto llegó a mí en 5° semestre, en la única clase decente de teorías que he tenido en esta facultad, con el profesor Múgica.
La teoría del no-lugar es desarrollada por Marc Augé, antropólogo francés quien también desarrolla de manera ligada la teoría de la sobremodernidad. Para Augé, la sobremodernidad es una antítesis de la idea de la posmodernidad, una visión negativa de la actualidad, caracterizada por el exceso; en la que impera la dificultad de pensar el tiempo, de pensar la realidad, debido a la superabundancia de acontecimientos, a la existencia de una historia que nos pisa los talones y a nuestro deseo- que para mí de pronto se convierte en angustia- por comprender todo nuestro presente, lo que provoca, según Auge, incapacidad para darle sentido al pasado reciente.
Augé
destaca tres características de lo que el llama la sobremodernidad de la realidad actual: la reducción del espacio, la aceleración de la historia y la individualización de los destinos.
En cuanto a la reducción del espacio, o la sobreabundancia espacial, el antropólogo hace referencia a la posibilidad de desplazarse increíblemente rápido, a la omnipresencia de la imagen -por ejemplo a través de la televisión o el internet-, la cantidad inmensurable de información, del espacio en el que habitamos- en este caso el planeta- y a la reducción de la distancia que hay en él, a raíz del perfeccionamiento de los medios de comunicación.
Bibliografía: Auge, Marc, Sobremodernidad. Del mundo de hoy al mundo del mañana, Copias de origen desconocido.

martes, 27 de octubre de 2009

Marcha


El cielo empezaba a oscurecerse un poco después de las 6 de la tarde. Nos apresuramos al salir de clase para asistir a lo que quedaba de la asamblea, ver que se había decidido y actuar en consecuencia.


Cuando llegamos a la explanada la asamblea había concluido, unos compañeros informaban a todos la decisión, unos más estaban todavía reunidos para planear la organización y otros caminaban hacia el contingente que se preparaba para salir cerca de la rampa de la facultad.


El contigente era enorme, todo polakas estaba presente. Profesores, adjuntos, trabajadores, incluso burócratas y por supuesto estudiantes, sobretodo estudiantes -quienes eran los que habían organizado todo en primer lugar- se congregaron dispuestos a marchar bajo una misma bandera, con un objetivo común.
El contingente empezó a movilizarse, impulsado por la digna palabra que todos queríamos que se escuchara. Me retrasé un poco, invitando a otros compañeros a que se unieran, pero alcanzamos al resto cuando salía de la Universidad.
Ahora sí ya había oscurecido, atravesábamos los callejones mas antiguos de una parte de la ciudad y cada vez más personas conscientes se unían al contingente. Cuando estabamos a punto de entrar de nuevo a la Universidad, después de haber recorrido una gran parte de la ciudad, el aconglomerado de manifestantes ya era monumental: niños, ancianos, mujeres, maestros, estudiantes de otras escuelas y otros estados, comerciantes, doctores... todos nos apresurábamos para entrar de nuevo a las islas y culminar nuestra protesta frente al edificio bicolor de 56 pisos y luces apagadas, ese edificio que volvió a ser el centro de acción nacional y dónde juntos un cóndor y un águila mandaban obedeciendo.
Cuando llegamos, el verano nos regaló una sutil y fresca lluvia que empapó nuestro ánimo y lo reforzó justo en el trayecto final. El lugar estaba repleto. La alegría estallaba por todas partes. En distintos lados una nueva forma de manifestación cultural, que nunca en tu vida habías visto, te llevababa a los momentos más sinceros y profundos de reflexión.


Casi al final, se formó una línea de conga y todos los manifestantes nos unimos a ella, el águila y el cóndor sobrevolaban la marcha y nos animaban. Como parte de nuestra protesta bailamos... todos eramos un sólo grito y una sola consigna.


*Así son las marchas en los sí-lugares.
**La foto es de alinna, The.
*** La Conga es un baile popular cubano de origen africano que se realizaba en las festividades de los esclavos africanos durante el dominio español. Estas festividades eran un suceso musical y social que llenaba de alegría, en un jolgorio que contrastaba con los bailes de salón de la burguesía.

domingo, 25 de octubre de 2009

Irse II

Empecé a irme, pero no he terminado.
¿Qué me detiene? Ciertamente, no lo sé. Cada día que pasa es más notoria la incredulidad, la insatisfacción, las contradicciones. Entonces, ¿qué me detiene?

Ójala pudiera saberlo, para extirpar ese sentimiento de raíz... o ¿será tal vez que lo sé muy bien y a pesar de todo el dolor no me quiero ir? Puede ser, con éste subconsciente que se ríe durante los sueños ya nada es seguro.

Me escucho diciendo "Adiós yólotl, adiós" , "no hay tiempo para los dos" , "nunca nos pondremos de acuerdo" y "ya me cansé yólotl, éste disfraz ya no me gusta". Es entonces cuando según yo me voy, cuando empiezo a irme, convencida de que es lo mejor.

El problema es que siempre me dan ganas de volver. El problema es también que en realidad no me fui muy lejos y que en el fondo me quedé contigo. El problema es además que puedo empezar a irme casi corriendo, pero después escucho tú voz y mis funciones motoras y racionales se detienen. El último problema es ¿ y a dónde irse? si aquí hace un rato que dejaron de existir las fronteras.

¿Será verdad que todo caduca? ¿ Debería esperar a que esto termine para entonces sí poder marcharme? ¿O debería acabar yo con esto de una vez y ponerle cianuro al té de limón que mis sentimientos se inyectan cada mañana? ¿Llegará el día en que dejé de preguntarme quién eres tú y que hago yo aquí?

Muchas preguntas y pocas respuestas. Yo ya me quedé sin propuestas y se me agotó la imaginación para inventarle nuevos nombres a la esperanza. Lo único que sé es que tanto ayer como mañana hasta en el desierto más lejano en el que caminan los muertos sólo habrá espacio para que se reproduzca esta memoria que desde hace muchos años recordándote está.

domingo, 18 de octubre de 2009

Salir-se.

Pensó que no podía perder ni un instante.

Sacó de una pequeña bolsa negra 8 recuerdos, 7 bolsas de té de distintos sabores, 23 abrazos lejanos, una dosis de voluntad y los guardó entre su ropa. Era lo único que necesitaba para poder salir. Lo intentó, pero aún faltaba algo.

Fue entonces cuando pensó en ti. Decidió intercambiar su mirada (con todo lo que a lo largo de 25 años se había acumulado en un par de ojos) por una sonrisa tuya. Cuando apareció la imagen de tu rostro con ese gesto que siempre mata sintió sus piernas de pluma... la noche se incendió y ella se elevó...
No se sintió culpable por huir mientras atravesaba los cielos al lado de plumas de colores.
Había salido. El olor a libertad se transformó rápidamente en olor a mar. Estaba en una playa desierta, el atardecer le regaló reflejos de cielo de color dorado, café, naranja...
Mientras caían los últimos rayos de luz, corrió por la oscura arena que era imposible de describir tan mojada, tan fuerte, tan viva.




Cayó. Su rostro y su cuerpo quedaron entre la arena. No resultó incómodo, al contrario, era sumamente cálido y resultaba hasta natural. Se quedó ahí tendida un largo rato. Después se acercó más a la orilla del mar. Se sentó por un momento y dejó, divertida, que las olas la empaparan. Cada ola que tocaba su piel, hacía resurgir sus esperanzas de un mejor mañana, o al menos uno diferente.






Una ola más fuerte que las demás la sumergió en el mar. Adentro abrió los ojos y se vio a sí misma como nunca lo había hecho y por primera vez se sintió satisfecha.


Cuando emergió del mar -y del ejercicio de autocontemplación-, salió a una playa diferente, donde se encontraba un vendedor de ilusiones. Se acercó a él, quién se negó a decir palabra alguna; sólo se limitó a señalar la mercancía.


Incrustadas en la arena, se encontraban arrecifes de alegría, corales de pasión, conchas de respuestas, estrellas de mar de confianza, erizos de elocuencia... Vio unas conchas que le interesaron especialmente. Venían en par, eran de un blanco pulcro, brilloso; con delgadas lineas color de naranja. Eran conchas de esperanza. Volteó a ver al vendedor y éste asintió lentamente. Alargó su mano y justo cuando estaba a punto de tomarlas una ola se llevó toda la mercancía.

Todo fue sumamente rápido, vertiginoso e increíblemente confuso. En un instante corrió tras la ola que se llevaba esa mercancía tan valiosa. Logró asir una de las conchas, pero al hacerlo un remolino de mar se la llevó a ella también y quién sabe cómo, la expulsó de aquel (¿no?)-lugar.

Apareció de nuevo en un estrecho cuarto con paredes blancas y un techo inusualmente alto. Detrás de ella, había un hilo de agua de mar en el piso que creacía continuamente por el escurrir de su ropa y la ventana por la que entró la primera vez. Intentó por 246 horas volver a entrar, abrirla, tocarla, que aparecieran instrucciones, pero nada ocurrió.
Cansada y con plena conciencia de que jamás regresaría, salió del lugar. En su mano llevaba un pedazo de la concha blanca con naranja, que en algún momento -nunca supo muy bien cuándo ni cómo- se hizo trizas.


En alguna ocasión le pregunté si añoraba poder regresar a ese (¿no?)-lugar.Me contestó pausadamente:
"A veces, casi nunca... siempre"
* Las fotos son de La Carpa Michoacán. Mi no-lugar favorito

domingo, 11 de octubre de 2009

No-título

Recién instalada en la sombra del medio día,
cuya luz se refleja vagamente a través de la cortina,
me siento indefensa...
el día llegó demasiado pronto,
mientras se asoman por encima de los minutos que pasan,
las imagenes, los recuerdos, los sonidos, las caricias.
Intentó despertar totalmente,
una tranquilidad rosada me invade
cuando recuerdo tus mañanas de sol y mis tardes de lluvia,
cuando siento tu cuerpo al lado mío,
cuando en suspiro dices mi nombre...
...mientras te cubró con mi abrazo térmico,
murmuras un "buenos días"
y entiendo que ,
despertar a tu lado es como seguir durmiendo.

viernes, 9 de octubre de 2009

después...¿hacia dónde?

Estaba en una encrucijada: ¿irse o qué-darse?

Lo que menos quería en ese momento era que la noche acabara, lo pedía a gritos, temiendo que lo que alguna vez fue mar, se volviera desierto.
Pedía también, que el encuentro que tanto necesitaba tuviera lugar, incluso si se realizaba hasta que amaneciera.
Caminó por el Centro Histórico, que a pesar de la hora, su estado podría ser definido de cualquier forma, menos de inactivo. Siguió a un montón de figuras que en medio de gritos y protestas llegaron a una vieja casa, que era un culmen de segundos inacabados, noches y mañanas oscuras, y lo peor de todo -o lo mejor de todo según quién lo vea- de paraísos quemados.

Entró, después de esperar con la seguridad de que la espera ya no sería en vano, subió las viejas escalinatas que la condujeron a través de cuartos vetustos y oscurecidos por el tiempo, entre caras sin rostro y entre músicos sin nombre.
Encontró el no-lugar perfecto o el lugar no perfecto -de nuevo según quién lo mire- y se colocó ahí. Justo ahí, frente al viejo barandal que invitaba a todo menos a negarse.
La observé saltar el barandal y escapar de sí misma, mientras cerraba los ojos para poder ver mejor en la oscuridad.
Se sintió de algodón, una suave flor de algodón... flotó, hasta llegar por primera vez a ese lugar dónde puedas alcanzar las estrellas rosas si corres hacia atrás, a ese lugar dónde una parte de ese "ser" alumbra la oscuridad con tanta intensidad que la claridad se vuelve oscura... a ese lugar dónde te puedes sentir de mil colores, saberte de mil humores y escuchar silencios estridentes, ecos sin sonido y palabras mudas.
En el final del camino, o tal vez en el principio de un nuevo sendero, una figura roja se posicionó frente a ella y le pidió que transitaran hacia un destino diferente, asegurando que allá podrían encontrar toda la calma alguna vez perdida y los recuerdos en algún momento olvidados.
Yo no estaba lo suficientemente cerca para afirmarlo con seguridad, pero la vi comprender, solamente viendo la espalda de esa figura rojiza, que era el momento de descender, el momento de regalar su memoria y despertar con amnesia, para que al llegar al lugar compartido, los recuerdos acudieran como remolinos, para que al llegar lograse ver mejor sin los ojos y mejor escuchar sin los oídos, encontrarse lejos de lo que siempre sobra y cerca de lo que casi siempre falta.

Cuando se marchaba, dijo al pasar junto a mí:
-Siempre podrás cerrar los ojos.









sábado, 3 de octubre de 2009

Mar verde, mar azul

De la misma forma que me pasa con otras tantas cosas, desconozco dónde termina el camino y dónde inició.
Sólo recuerdo que estaba en aquel no -lugar, esperando no sé muy bien qué, cuando una inofensiva ola de color verde-azulado me llevó hacia ti...
Fue una oleada nocturna la que en vaivén, transformó las nociones del tiempo, pasando rápidamente de un mes al siguiente... y un oleaje de color azul me descubrió cerca de ti.
Fue esa misma oleada, la que en otro vaivén, de la noche pasó al día y el primer rayo de sol nos iluminó mientras apostábamos por estar el uno con el otro...
Cada lugar que transitamos esa noche-día, sin esquinas ni huecos donde ocultarse, nos llevó a adentrarnos en el mar azul y verde de las expectativas, en el mar de las potencialidades...
...una oleada verde, besos en las mejillas... una oleada azul, tu abrazo cálido... una oleada verde, tus caireles junto a mi cuello... oleada azul, tu respiración detrás de mi cuello... oleada verde, tus labios en mi cuello...
Las olas estaban en su momento más álgido, una de ellas, una verde-azulada, en un vaivén lleno de sentimientos mezclados, aproximó nuestros labios, de la única forma en la que la fuerza de un océano puede aproximar dos cuerpos...
... tras cada oleada nos sumergíamos más en ese mar, en el que no podría quedarme toda la vida... pero sí en ese momento en que sonreías y el tiempo dejaba de existir, mientras el eco de tu mano sobre mi piel, seguía mis lunares como si formaran un mapa estelar para dibujar caricias...
Las olas estaban ahora en calma... ...con una mano empecé a seguir las lineas de tus labios, mientras la otra jugaba con la suavidad de tu cabello... la realidad se confundió con las historias, y cual si fuera un deja- recordé sus palabras:
" Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja..."
...y me sentías temblar, como lo dijo él, "como una luna en el agua", como una luna en el mar de la tranquilidad y del deseo.

Desde aquél día las oleadas tienen un destino fijo (hacia ti) y en mis amaneceres únicamente sale el sol si despierto contigo.

P.D. Nada faltó para enamorarme de ti, de las mareas que provocas y de la sonrisa en que me transformo cuando estoy contigo...
Gracias por leerme cuentos mientras te miro.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Tristeza que emana de la tierra



El campesino está triste. En su semblante, antes tan orgulloso y brioso, se reflejan grandes tristezas.



El campesino está triste, su cuerpo acostumbrado a trabajar bajo el arduo rayo del sol esta fatigado, no por las labores del campo sino porque en su corazón carga una gran pena.



No sonríe como antes. Si lo hace, cuando lo hace, una mirada observadora notará que sus labios sonríen, pero sus ojos lloran. Su voluntad de hierro se ve doblegada por el paso del tiempo y los males que a los suyos agobian.



El campesino fiel está triste. Presiente la lenta muerte de su mujer, al igual que las pocas tierras que le quedan mueren lentamente. Yo quisiera consolarlo, darle palabras de aliento, pero no sé qué decir. Me justifico... pensando que no tengo experiencia en eso... es que yo nunca he asistido a un funeral...



Él, a pesar de todo, nunca se ha arrepentido de nada. Siempre fue feliz, siempre vivió como Dios manda. Él, en una época en la que el mito prometeico del progreso le apostó todo al también mito de la modernidad, estudió una carrera y la ejerció. Fue maestro de escuela, de escuela rural en tiempos de Adolfo López Mateos.



Pero prefirió regresar a trabajar sus tierras, tierras que fueron trabajadas por sus antepasados... tierras que no serán trabajadas por sus hijos, porque el gobierno se los ha matado y se ha apropiado las tierras a precios ínfimos para que las trasnacionales se llenen los bolsillos…



Él escogió su vida y nunca se arrepintió. Nunca.
Siempre he admirado su fuerza de voluntad, que crece de las entrañas de la historia. Ahora es cuando, ya de anciano le han cortado las alas. La memoria de muchas vidas pasadas y futuras caben en su mirada, si lo intentas puedes leerla.


Me pregunto qué pensará de mí, qué palabras cruzarán su mente mientras me mira. ¿Me tendrá afecto? ¿Me querrá? ¿Pensará que lo desprecio por ser lo que es, por ser un campesino? Espero que no piense que yo no lo quiero, porque no es así... Me justifico de nuevo, lo que pasa es que yo no soy buena expresando lo que siento y siempre me han faltado las palabras adecuadas…

Habrá un día en que se quedará solo, en esa gran casa que tiene que es un desierto. Me pregunto si llorará, como yo lloro ahora mientras escribo. Lloró por él. Lloro por él y por mí, porque los dos estamos solos, yo estoy rodeada de gente pero en realidad me encuentro sola, él por lo menos se tiene a sí mismo.


Lo quiero. Realmente lo quiero, y espero que él lo sepa.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Foro Social Indígena 2009



Estimados lectores, compañeros de clase y profesoras adjuntas.



Esta vez no escribiré sobre mi tortuosa vida sentimental. Hoy sí hablaré de un tema serio y en serio.



En la entrada anterior se habló de utopías. Pues bien, está es una utópía que está a punto de convertirse en realidad ( con el apoyo y solidaridad de todos).



Espero que a través de esta entrada se difunda el Foro Social Indígena MONUUNAM 2009, por lo que anexo el comunicado que preparé esta semana:





El Foro Social Indígena (FSI) auspiciado por la Universidad Nacional Autónoma de México se llevará a cabo en el Aula Magna del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) del 4 al 7 de noviembre de 2009, en el marco de la realización del segundo Modelo de Naciones Unidas de la UNAM.


Este Foro es un evento cultural y académico sin fines de lucro organizado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.




Su objetivo principal es convertirse en un espacio de encuentro y diálogo , de intercambio de ideas entre los pueblos originarios, estudiantes interculturales de nuestro país y académicos a través de un debate horizontal que fomente la inclusión en la discusión propositiva de los problemas globales y su impacto en el ámbito local y regional.



Asimismo busca fomentar la posibilidad de concretar las ideas y propuestas que se generen a partir de la participación de organizaciones no gubernamentales en el foro.




A partir del eje temático “La crisis alimentaria y el agotamiento del medio ambiente” se creará un espacio de difusión y concientización respecto a la situación de los pueblos indígenas destacando sus logros y obstáculos dentro del desarrollo y el trabajo organizativo desde una perspectiva que parte del multiculturalismo, la inclusión y la diversidad.



Durante los días de trabajo los asistentes discutirán las diferentes aristas del problema y se presentarán los logros y obstáculos que cada comunidad ha enfrentado con el fin de encontrar espacios comunes que den pie a la elaboración de estrategias conjuntas o acuerdos de cooperación a corto, mediano y largo plazo.



Una vez concluida la labor de las mesas de trabajo se elaborará un pronunciamiento donde se refleje el trabajo realizado, formado por los puntos propuestos durante las mesas, el cual será leído durante la clausura del evento y se entregará una copia a académicos y observadores, documento que también se difundirá entre los medios de comunicación.



Paralelamente al trabajo en las mesas de trabajo se realizará una exposición fotográfica de textiles y comunidades indígenas que forman parte de una obra documental elaborada por el historiador de textiles Robert Freund con el fin de difundir la riqueza cultural y artística de las comunidades indígenas.







*****Esperamos contar con su apoyo en difusión, solidaridad, ideas y propuestas. Únanse al grupo en Facebook y participen!



http://www.facebook.com/pages/Foro-Social-Indigena-MONUUNAM-2009/276933545088

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Seré una eterna insatisfecha?

En ese hueco al que invariablemente llegó sin importar por donde transite aunque cada día tomé un camino diferente... en ese hueco donde las alucinaciones se confunden con los recuerdos, trataba de juntar las 168 razones para que pudieras acceder a tener un lugar privilegiado en mi memoria (noté que apenas llevamos 86, ¡tenemos que esforzarnos más¡).
En aquel hueco, de donde surge tu nombre unido a la palabra inteligencia, dejé de respirar irrealidad, irrealidad que después de entrar por debajo de la puerta durmió a mi lado, pero se fue tras ese medio despertar y fue entonces cuando Don Argumentos empezó a atacar :
-Si existieran palabras que trascendieran el lenguaje, seguramente serían aquellas que nunca podrás decir... además si lo logras todos fingiremos no escuchar.
-Ni siquiera puedes recordar si es algo que le escuchaste decir o es algo que tan sólo deseabas oír.
Y en su incansable esfuerzo por romper mi estabilidad emocional Don Argumentos proseguía:
-Entiende: tus alas, nunca serán iguales.
-Sabes que con toda intención te hieren, para ser ellos quienes sequen tus lágrimas después.
-Definitivamente no creas, no puedes sentir sus palabras ni los silencios. Sus historias son mudas y en silencio gritan.
-Te aterra el compromiso, el decir qué tienes, qué sientes. La construcción de tus argumentos es sólo una palabra encaprichada.


¿Cómo evitar escucharlo si era de mi interior de dónde provenían sus argumentos? ¿Cómo ponerme a salvo de sus palabras? ¿cómo dejar de anhelar ese algo que está tan cerca pero a la vez tan lejos? ¿cómo dejar de escuchar ese silencio que provocaba?¿cómo creer en ti y en mí?¿cómo encontrar flores sobre las piedras?
Cerré los ojos y me concentré en evitar que ese cosquilleo en la garganta explotara en llanto amargo.
Cerré los ojos e intenté recordar que tú también lo sabes, tú testigo que aunque no estás presente te siento en un abrazo nostálgico que acorta la distancia.
Cerré los ojos y entendí que en la figura oscura y ausente siempre estás. En la figura nerviosa que va de aquí para allá, hacia todos lados menos hacia donde estoy, pero que a fin de cuentas está.
Cerré los ojos y mientras las hojas caían recordé que algún día vamos a dejar este no-lugar, que llegaremos más allá del bien y del mal.
Cerré los ojos, recordé que en la memoria hay labios que besan con sabor, que los tuyos son los únicos que me interesa guardar, y que tu voz que suena a selva es la única que quiero escuchar.
Abrí los ojos.
Don Argumentos se había marchado dejando un halo sin color ni forma que difuminaba los malos recuerdos. Al marcharse, comprendí que aunque el ser humano siempre será un eterno insatisfecho, lo único que quiero ahora es que nos destruyamos, en besos no en razones. Cuando este Don se fue por la puerta de enfrente, al abrirla dejó entrar a un montón de voces iluminadas que sonreían y murmuraban:
-Hoy hay desfile de utopías.

viernes, 18 de septiembre de 2009

catarsis

Carta nunca enviada debido a que el remitente dejó de existir un domingo:


El no-lugar más solitario de todos, 18 de septiembre del 2009

La verdad no sé muy bien por donde empezar. Sólo sé que es el comienzo de un final y el principio de un adiós. Principio que tardó demasiado tiempo en llegar y que fue lastimándome cada vez más. Te pido por favor, que leas esto hasta el final.

No sé bien como explicártelo, sabes bien lo mucho que me cuesta hablar de lo que siento de verdad, el explicar como estoy y transformar los sentimientos en enunciados coherentes. Seguramente pensaras que es una recriminación... primero pensé que no, que más bien era una explicación, pero después pensé que sí, y que además tengo todo el derecho a hacerlo...

La verdad fue tan extraño como todo pasó... y ahora que lo pienso tal vez nunca debí haber ido a aquél no-lugar, ni verte, ni escucharte, ni creerte, ni quererte.

No sé porque te lo escribo hasta ahora, probablemente porque la acumulación de contradicciones ya fue demasiada, tal vez porque tenía miedo de perderte, tal vez porque no me imaginaba el estar sin ti, tal vez porque sabía que muy difícilmente podría haber alguien más después de ti, y muy seguramente porque me negaba a aceptar que tu y yo fuéramos fracaso.
En vez de que el amor que me dices tener, me ayudara a enfrentar con mayor fortaleza los embates de la vida, me fue haciendo más débil; en vez de que me sintiera segura contigo, me creaste otras inseguridades que ni siquiera existían antes; en vez de que construyéramos algo juntos, me fuiste destruyendo a mí. En contra de lo que proclaman los zapatistas, tu y yo no caminamos lado a lado. Ni siquiera creo que te interese que lo hubiésemos hecho...

Pensándolo bien... todo esto ya lo sabía.
En ese hueco entra la nostalgia y la melancolía es cuando me doy cuenta de lo que pasa. La realidad lastimosa mata en cada instante, la verdad se remonta en los hechos, y nosotros algo no hacemos, tampoco nada.
Sabía muy bien desde el principio que contigo futuro no existía y que sería una ilusión pensar en eso, por lo que intenté solo remitirme al presente, pero llegó un momento en el que el presente sólo fue sufrimiento. Yo a diferencia de ti, nunca te critiqué, te acepté tal y cual eras, a pesar de que hay una gran cantidad de cosas que alejarían a cualquiera... pero decidí quedarme. A veces pienso que hubiera sido mejor que nunca nuestros caminos se hubiesen cruzado y que esto que podría estar terminando hoy nunca hubiera pasado. Creo que sería mejor que simplemente en vez de concretarte hubieras seguido siendo un idea más en el éter, una simple posibilidad.
Probablemente, pensaras: "qué falta de coraje", el que te diga esto por este medio, pero no podía ser de otra forma, porque cuando te apareces, surge un grito mudo y un coraje sordo en el cuarto de las negaciones. Porque por más que intenté decir lo que quiero decir, los sentimientos me ganan la batalla, y aunque el corazón no duele, duele ese algo que no se siente. Y para mí no habría otra manera de explicarlo más que de esta forma, desde éste rincón de mi cama que se volvió tuyo y donde faltaron los momentos de sobra pero sobran las vivencias faltantes.
En el fondo, a pesar de que esto parezca ser una despedida, no lo es. Es un ya basta a lo que hemos estado haciendo y al mismo tiempo una invitación para reinventarnos. Intentemos hablar... si no quieres hacerlo, confirmarás a ésta imaginación fatalista y me darás un motivo más para echarte toda la culpa a ti.
Finalmente...
Hasta luego, tal vez.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Si no te nombran no existes

Ayer esa parte de mi conciencia que se esmera en estar oculta, irrumpió en el momento menos esperado, formulando una de las preguntas incómodas que siempre realiza en las situaciones menos oportunas.


Esa conciencia, que primero toma la forma de un chico alto y robusto, en el siguiente instante es una niña de 7 años, despúes es esa morena de pelo chino en forma de nube y termina siendo ese cuculustle con la sonrisa más provocadora que yo haya visto jamás, cuestionó:

-¿Y para quién son todas esas entradas que hasta ahora has subido al blog?
Uno de mis yo, el más soñador de todos replicó:
-¿Para quién?
-Son para alguien que no fue.
-Son para alguien que no es.
-Son para alguien que no quiso ser.
-Son para alguien que quiso ser y yo no dejé que fuera.
-Son para alguien que quise que fuera y no fue.
-Son para alguien que nunca será.
-Son para alguien que actualmente es y
-Son para alguien que dejará de ser.

Al terminar de responder, esa parte tan soñadora de mí, dijo para sus adentros:
-En el fondo, acompañando a cada uno de esos "alguien", siempre he estado yo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El domingo dejaste de existir

Alguna vez me escribiste:
"Siempre nos queda el domingo... Te espero con denuedo."


Este domingo después de esperar, yo te escribo:
"para mí dejaste de ser lo que eras",
después del llanto más estrepitoso con sabor entremezclado a sal y derrota.


Te quise y te esperé tanto tiempo.
Te esperé casi un año entero
mientras el año esperaba terminar,
esperando entre lluvias de septiembre
que esperaban a que llegara el invierno
para comenzar a esperar su próximo ciclo.

Te esperé en selvas chiapanecas,
que esperaban que sus gritos esperanzados fuesen escuchados.
Te esperé entre botellas vacías que esperaban ser desechadas.
Te esperé entre salones repletos de estudiantes
que a su vez esperaban algo
(quien sabe qué, todos estabamos tan ocupados esperando,
como para hablar entre nosotros de lo que esperabamos).

Te esperé desde siempre
en una noche, en varias tardes,
en ninguna parte y en todos lados,
entre tantas caras y entre ninguna.

Este domingo, me cansé de esperar (te),
cuando esperaba sentada
junto al resto de ese árbol de hojas y semillas de colores
que a su vez espera pronto convertirse en un puñado de cenizas coloreadas.

A diferencia de otros domingos,
a partir de éste,
ya no esperaré ese incierto encuentro,
al contrario, espero ya no verte más.

Y ésta, mi memoria más antigua, espera olvidarte.

lunes, 31 de agosto de 2009

Te miro y veo que ya no hay esperanza

En las manos estarán dibujadas caricias que nunca fueron, habrá millones de sonrisas que se perderán en las comisuras de los labios, palabras de aliento que no se escucharán debido a la distancia entre nuestros cuerpos.

El adiós estará presente en cada noche, mañana, tarde y madrugada que no llegará a vernos juntos, en cada no-lugar donde nunca nos encontraremos, en cada insomnio en el que no volveré a nombrarte.
No estarás más en el frasco verde-azulado donde suelo guardar las memorias cristalizadas. Sabré dónde estás, pero no te iré a buscar. Me quedaré dónde estoy, encerrada entre el eco de palabras tantas veces repetidas.

No volverás a contar los lunares sobre mi piel desnuda, ni volverán a servirte de guía para recorrer con tus labios mi piel. No serás una emoción que perdure y se vuelva parte del alma y no volveré a escribir en el sudor de tu espalda lo mucho que te quise, que te quería.

Ahora que te observo con los oídos me doy cuenta que no me gustas más. Antes eras un siempre, siempre. Ahora, eres un ¡ya basta! un ¡ya no más!

La espera terminó. Cada palabra dicha entre nosotros nunca volverá a ser repetida, se perderá en el vacio del ayer. Ahora, eres como la oruga que nunca será mariposa.
.

viernes, 28 de agosto de 2009

Te conozco tan poco que ya te ví quedándote en mi puerta





En ese viernes tan oscuro, en el que las palabras no surgían, no porque no hubiese sentimientos que explicar sino porque se ahogaban en la garganta, sentí que habíamos llegado al punto final de nuestra historia, a nuestro último día.

Me encontré con mis ganas de quedarme pero también de salir huyendo para siempre, con el nada de fuerza que tengo para contenerme y la facilidad que tienes para descontrolarme.



-¿Qué pasa? - fue tu pregunta.
-Nada- mentí descaradamente y con plena conciencia de que no me creerías ni media palabra.
-¿Nada? ¿Estás segura?
-Ya te dijé que nada y no quiero hablar ahora.



Alzé los hombros, volteé la cara y evité tu mirada.

Poco a poco, con extrema paciencia y un poco de tristeza, terminaste sacando cada sentimiento escondido, terminaste oyendo las palabras que desde hace tanto quería que escucharas pero no me atrevía a decir en voz alta y terminaste rompiendo la muralla emocional que construyó después de cada batalla de palabras.


Tras escuchar todo lo que tenías que decir, no pude dirigir una mirada feliz, ni pronunciar palabras de aliento, sólo pude abrazarme a las líneas de tu cuerpo, mientras la lágrima más silenciosa de todas corría por mi mejilla izquierda.

Al final de la noche (que sin notarlo ya empezaba a convertirse en día) me dí cuenta que te quiero porque te desconozco, que me quieres porque crees conocerme, que nos seguiremos queriendo porque queremos conocernos y porque hay una infinidad de horas en el reloj del ayer que siempre serán tuyas y serán mías.

Desde aquel día he soñado con días nublados en los que pierdo la memoria... cuando despierto está lloviendo.

lunes, 24 de agosto de 2009

Étoile Vide



Había una vez una estrella de mar que se soñó en el cielo.

Nunca imaginó que esa densa masa gaseosa fuese tan asfixiante, que las vistas multicolor en el amanecer y el atardecer engañaran tanto.

Que durante la noche la soledad se manifestara de esa forma imperante , separándola de aquellas estrellas luminosas en las que no podía confiar y que además no la comprendían, por ser una estrella ajena, diferente, por representar la otredad.
Nunca imaginó que el sol fuese tan abrasante ni que las nubes se empeñaran en cubrirlo todo, en un afán casi competitivo. La asustaron las tormentas eléctricas y las auroras boreales; el smog, le impedía respirar, los truenos no la dejaban escuchar su propia voz.
Exasperada y decepcionada intentó despertar. En esa tentativa se forzó a caer del cielo, para poder escapar. Mientras caía una estrella fugaz pasó burlona a su lado, demostrándole la falacia de su malogrado intento de dejar de ser una estrella vacía.


*Título alternativo: De estrellas de mar con conflictos de personalidad.


Historia escrita hace muchas lunas ya, para ser más precisos cuando la creatura que escribe en este blog cursaba el cuarto semestre.

domingo, 23 de agosto de 2009

En el estado no distinguible de las cosas

Hoy desperté y había hormigas corriendo por todo mi cuerpo: por mi cuello, por mis brazos, por mis piernas. No pude dejar de pensar en ti y en lo divertido que te hubiera parecido verme así, además de que te hubiera encantado quitarme las hormigas una a una...
Pero no estás, así que tuve que aplastarlas con crueldad.

No sé como llegaron hasta mi cama o quién les enseñó el camino hacia mi cuerpo. Lo único que sé es que ellas últimamente lo invaden todo: mis libros, mis fotos, mis recuerdos...
y siempre el aplastarlas invariablemente me remonta tanto a ti.

Las hormigas lo están invadiendo todo hasta mis sueños!!!


* Escrito al despertar en la oscuridad y sentir a esos formicídos caminando sobre mí... hace tiempo, en aquella casa de infancia dónde al menos solía sentirme protegida.
Ahora cada vez que regreso aún están ahí.

sábado, 22 de agosto de 2009

Suerte

Sé que aunque tiremos la sal de la mesa,
caminemos por debajo de mil escaleras,
quebremos 7 espejos,
pasemos al lado de 13 gatos negros,
abramos el paraguas dentro de la casa,
nos levantemos con el pie izquierdo,
y pisemos algo que yo lanzara al suelo la noche anterior...

Seguiremos riendo como locos,
porque sabemos que no puede existir la mala suerte estando juntos.